Persiguiendo un sueño. Persiguiendo al conejo blanco. Así empieza esta gran aventura.
Como os contaba previamente en mi post de presentación, soy pediatra por vocación y me encanta mi trabajo, pero también me llaman la atención muchísimas otras cosas a mi alrededor.
”Me tentaban nuevas personas, nuevos caminos, nuevos cielos. El deseo de cruzar la frontera, de escudriñar lo que se hallaba más allá seguía vivo en mi interior”
Viajes con Herodoto, Ryszard Kapušciński
Después de trabajar 13 años como pediatra, aprobar una oposición y defender mi tesis doctoral, sentí que era el momento perfecto para darle vida a estos nuevos proyectos. Así nació este blog y así se inició esta nueva aventura.
”Si Alicia se hubiera cansado de correr tras el conejo blanco, no habría caído en la madriguera, ni descubierto el País de las Maravillas, ni descubierto quién era ella”
365fanpage
Para poder dedicarle tiempo a estos sueños que después os contaré, lo primero que tenía que hacer era pedir una excedencia voluntaria en mi trabajo y que me la concedieran. Así lo hice y en un próximo post os hablaré de los pasos a seguir, de los requisitos y de las cosas un poco más burocráticas.
Pero ahora estamos hablando de sueños. ¿Un poco cabecita loca como diría Mr. Kilombo? ¿Kamikaze de sangre caliente cual los enamorados de Quique González? ¿Cuerda y a la vez loca de atar según los versos de Izal?
“El tiempo no me mueve, yo me muevo con el tiempo. Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar, las ganas de conocer lo que hay después del mar.”
La vuelta al mundo, Calle 13
Persiguiendo varios sueños
Persiguiendo varios sueños. Ese debería ser el título real de este post.
Sueño número 1: viajar sin billete de vuelta
Uno de mis sueños desde pequeñita, desde que Willy Fog, apareció en mi tele, es dar la vuelta al mundo.
Según he ido creciendo y viajando ese sueño se ha ido modificando. Ya no quiero dar la vuelta al mundo de una sola vez, con prisas y mil planes.
Ahora quiero descubrir el mundo lentamente, tomarme un tiempo en aquellos lugares que visito para disfrutarlos con calma. Conocer sus gentes, su cultura, su modo de vida.
Quiero descubrir lo máximo posible de este maravilloso planeta. Aprender todo lo posible. Empaparme de cada rincón.
Para poder viajar sin prisas, disfrutando de cada momento y cada lugar se necesita tiempo. Un mes de vacaciones al año se queda corto. Quería iniciar un viaje sin un billete de vuelta cerrado. Dejar que las cosas fluyan. Decidir el siguiente paso sobre la marcha.
“¿A dónde vas? Y yo que sé, donde me lleven mis alas, donde se cumplan mis sueños y siempre ganen mis ganas.”
Donde me lleven mis alas, Paula Mattheus
Sueño número 2: colaborar con una ONG
Es otro de esos sueños que siempre han estado rondando en mi cabeza. Dedicar parte de mi tiempo a colaborar de forma activa con una ONG.
Varias veces durante mi formación ojeé la página de Médicos sin Fronteras, pero los requisitos para trabajar con ellos son difíciles de cumplir, no tenia tiempo o no era el momento.
Siempre he creído que en un voluntariado puedes ayudar y, a su vez, aprender mucho de las personas con las que trabajas.
Ahora sentía que sí era el momento de hacerlo y contacté con Pata Pila para colaborar con ellos.
¿Por qué Pata Pila?
Esa fue la pregunta que me hizo Cecilia, la coordinadora de voluntarios, cuando me puse en contacto con ellos.
Una vez que decidí embarcarme en un proyecto de voluntariado había que elegir en cual. Y para ello pensé en los requisitos que me gustaría que cumpliera la ONG con la que iba a contactar:
- Un proyecto en el que mis conocimientos o habilidades pudieran ayudar a sumar.
- Un lugar de habla castellana. Me permitiría interaccionar más con los habitantes y realizar mejor los proyectos en el terreno.
- Una ONG local, sin muchos intermediarios, una gran familia.
Pensando en esto le pregunté a mi amiga Nora, pediatra en Buenos Aires, por sus experiencias previas en ONG en Argentina y me habló muy bien de 2 organizaciones entre las que decidí elegir a Pata Pila. Una ONG dedicada a luchar contra la desnutrición infantil.
En próximos post prometo contaros más sobre Pata Pila. Una vez que esté allí podré hablaros mucho más de sus proyectos y sus gentes, pero aquí os dejo su instagram por si queréis echarle un ojo.
Persiguiendo un sueño: primera parada
Aquí estoy, escribiendo estas líneas en el colectivo que se dirige a Tartagal, sede de Pata Pila en el norte, en la región de Salta.
Después de una semana maravillosa en Buenos Aires, vamos a por el siguiente capítulo de esta aventura.
Tartagal dista 6h de la capital, donde llegué ayer en avión, así entenderéis que me haya dado tiempo a escribir este post… Quizá los siguientes tarden un poco más en aparecer.
Os mantendré informados.