Voluntariado en Pata Pila. ¿Por donde empezar a escribir? Han pasado sólo tres semanas desde que empecé mi aventura con esta gran familia y parece que ha pasado media vida…
Intentaré poner en palabras lo que aquí sucede para hacer un poco más visible este pedazo de proyecto.
“A no callar lo vivido”
¡Este documental resumen del proyecto “Llegar al Norte” es un resumen cortito que no puedes dejar de ver! ¡Pincha en el enlace!
Índice
- ¿Qué es Pata Pila?
- Comunidades originarias
- ¿Cómo puedo ayudar a Pata Pila?
- Mi experiencia de voluntariado en Pata Pila
¿Qué es Pata Pila?
Copiando a su web, Pata Pila es una organización sin ánimo de lucro que “trabaja para resolver problemas que afectan a la vida de familias que se encuentran en situación de pobreza extrema y estructural en Argentina”.
Pata Pila se traduce como Pies Descalzos en guaraní. Descalzos iban la mayoría de los niños de esta comunidad originaria cuando esta ONG nació. Descalzos también conseguimos conectarnos más a esta tierra todos los que llegamos al norte de Argentina con ganas de acompañar, colaborar y aprender de estas comunidades.
Fundación de Pata Pila
Es un placer oír contar a Diego cómo llegó a Yacuy, cómo se chocó con la realidad de los habitantes de las comunidades originarias en estos parajes y cómo la fundación de Pata Pila se convirtió en su principal sueño. Un sueño cumplido que no deja de crecer. Os dejo el link para que conozcáis un poquito más de la interesante historia de Diego Bustamante.
Cuando este proyecto nació en 2015, además De Diego, trabajaban otras 2 o 3 personas en el terreno. En la actualidad, la organización consta de 85 trabajadores a los que se suman de forma transitoria distinto número de voluntarios.
¿Dónde trabaja Pata Pila?
Sus presencias, centros y programas acompañan hoy a más de 74 comunidades en 4 provincias Argentinas.
Salta
Actualmente podemos encontrar 5 equipos Pata Pila en Salta, localizados en Yacuy, Fortín Dragones, Embarcación, Alto la Sierra y Santa Victoria del Este. Además de la oficina central situada en Tartagal.
En cada uno de estos centros encontramos un equipo multidisciplinar que trabaja con las comunidades. En todos ellos está instaurado también el programa de oficios y emprendedurismo y en Yacuy, Embarcación y Santa Victoria encontramos espacios de primera infancia que trabajan con método Montessori.
Además desde los distintos centros fijos de Pata Pila se realiza el programa de atención móvil a comunidades más alejadas.
San Rafael, Mendoza
Están instalados el programa de atención móvil y programa de oficios y emprendedurismo.
Gualeguay y Virreyes
- Hogar Perfecta Alegría – Virreyes, Buenos Aires
- Hogar Familiar “Los Gerez” – Gualeguay, Entre Ríos
¿Qué hace Pata Pila?
El proyecto inicial de Pata Pila fue luchar contra la desnutrición infantil, pero se han ido sumando multitud de nuevos e interesantes programas. Trabajando en el terreno siempre aparecen nuevas oportunidades de crecimiento. Actualmente se encuentran dentro de programa más de 1000 niños y más de 1000 madres.
Programa de atención y prevención de la desnutrición infantil
En cada centro trabaja un equipo multidisciplinar fijo que consta de nutricionista, psicopedagog@ y trabajadora social. Todos los profesionales en conjunto llevan a cabo una atención integral de los niños que están dentro del programa (menores de 6 años).
Además de la valoración nutricional, se presta especial atención a la situación social de la familia y se realiza el acompañamiento en la alimentación y en la realización de los distintos trámites sociosanitarios, judiciales y burocráticos necesarios. También se hace una valoración del desarrollo psicomotor y se instaura un tratamiento de atención temprana cuando es necesario.
Se realiza un abordaje integral de la problemática social infantil, capacitando y trabajando junto a las madres, ya que son el principal referente de cuidado de los niños.
Programa móvil de atención
Para llegar a las comunidades en zonas de difícil acceso el equipo se acerca en una camioneta 4×4 y todo el equipamiento necesario para atender a los niños en situación de desnutrición y acompañar a sus madres. En la actualidad se estima que se han recorrido más de 1,5 millones de km para llegar lo más lejos posible.
Así cargamos en la camioneta básculas, tallímetros, mesas y sillas y montamos un consultorio móvil en las distintas comunidades.
Este Programa se presenta en modalidad itinerante debido a las condiciones de inaccesibilidad que poseen varias de las comunidades, la mayoría en el medio del monte, alejadas de las principales ciudades y en mayor contexto de pobreza.
Espacios de primera infancia
En Yacuy, Santa Victoria y Embarcación existe un jardín de primera infancia en el que se trabaja con el método Montessori.
Actualmente las responsables del jardín de Yacuy son miembros de la propia comunidad que han recibido capacitación para llevar a cabo este proyecto. Acuden al jardín los niños menores de 3 años incluidos en el programa.
Programa de oficios y emprendedurismo
Este programa busca empoderar a las mujeres que asisten a los centros. Se trabaja tanto la capacitación teórico-práctica en el oficio, como el apoyo en la comercialización de productos. Se realizan también distintos talleres para las madres incluidas en el programa de atención.
Desde el nacimiento de este proyecto se ha acompañado y se sigue acompañando a numerosas mujeres que han iniciado proyectos de panadería, repostería, costura y peluquería entre otros. Además se colabora con las mujeres artesanas para difundir sus productos.
En el marco del proyecto impacto verde, se ha iniciado, la capacitación técnica de futuros apicultores pertenecientes a comunidades indígenas y rurales. Esta capacitación se ha realizado por medio de una alianza con Coopsol, en Yacuy, Alcobas, Fortín Dragones y Santa Victoria Este. Además se entrega a estos emprededores un número inicial de colmenas y trajes de protección para iniciar su proyecto.
Pata Pila también se ha adherido a la red Nanum para conseguir una conectividad con sentido que ayude en el desarrollo de las familias a las que se acompaña.
Acompañamiento hospitalario
Muchas de las familias que precisan acudir o internarse en el hospital de Salta tienen problemas de comunicación debido al idioma o las diferencias culturales. Pata Pila realiza un programa de acompañamiento hospitalario para ayudar a estas familias.
Hogares
Brindan un espacio familiar, de cuidado de la vida y de acompañamiento al crecimiento y el desarrollo de niños y niñas judicializados. Garantizando su derecho a un hogar, a una alimentación saludable la posibilidad de acceder a una educación de calidad.
Comunidades originarias
Llevo medio post hablando de comunidades originarias e indígenas y aún no os he explicado de qué hablo…
Al hablar de indígenas a todos se nos vienen a la cabeza los sioux o los pieles rojas gracias a las películas de indios y vaqueros. Si hablamos de indígenas centroamericanos, pensaremos en los mayas o los aztecas. Pero la historia y la realidad de las comunidades originarias va más allá.
El 6,5% de la población de la provincia de Salta se reconoce indígena. Se trata de 79.204 personas sobre un total de 1.214.441 habitantes. En esta provincia existen 12 etnias reconocidas.
Un poco de historia
Whipala
Es la insignia más conocida de los pueblos originarios del Abya Yala (América). La Wiphala es un símbolo, no una bandera, y representa a la Pachamama, el cosmos, los animales, las plantas, las piedras, los runas (hombres). La vida en armonía.
Los antiguos
En el periodo prehispánico antes de mediados del siglo XVI, la población aborigen nativa estaba compuesta por tres grandes familias lingüísticas: la familia Mataguayo, que nucleaba los pueblos Wichí, Chorote y Chulupí; la familia Guaraní, que abarcaba los pueblos Guaraní, Chané, Chiriguano y Tapiete; y la familia Guaycurú, que implicaba al pueblo Toba.
Los grupos de indígenas que tienen en común un sentido de pertenencia, su origen y una serie de características culturales, se conocen como etnias.
Etnia Wichí
El pueblo Wichí -en su lengua significa “humanos” – es una de las etnias con más población actual en el territorio argentino y posee una de las culturas más fuertes e importantes del Gran Chaco, caracterizada por su vínculo con la naturaleza.
Viven principalmente en Argentina y en menor cantidad en Bolivia. Las poblaciones que habitaban en Paraguay se asentaron en Argentina durante la guerra del Chaco.
Muchos antropólogos atribuyen a los wichís origen patagónico aunque con indudables influjos y aportes amazónidos y ándidos. Sus estaturas son generalmente menores que las de otras etnias chaquenses.
Los españoles tomaron contacto por primera vez con los wichís durante la expedición del teniente de gobernador de San Salvador de Jujuy para fundar el Fuerte de Ledesma en 1626.
Su forma ancestral de vida es la caza, la pesca, la recolección y la producción de artesanías. Más del 65% de la población Wichí vive en localidades rurales y se estima que el 90% habla habitualmente su propia lengua.
Los wichis eran un pueblo nómada, y su medio de vida ha sido la pesca, la caza y la recolección. Los ciclos de la naturaleza les servían de brújula, y la tierra y sus frutos, de riqueza. Ya en el siglo XVI los wichís adoptaron un sedentarismo casi completo, poseyendo paraderos y asentamientos en las orillas de los ríos. Formaron comunidades relacionadas por parentesco. Las familias se agrupaban en bandas u hordas de caza que aceptaban la autoridad de un cacique.
Lhaka Honhat
El vínculo de las comunidades originarias con sus tierras es afectivo e histórico. Constituye su hogar, el lugar donde moraban sus antepasados y donde están enterrados sus huesos. La mayoría reside en comunidades y comparten el territorio con sus miembros. Ellos vivían del hábitat pero el avance de la frontera agropecuaria significó que carezcan de su fuente primaria de recursos.
En 2020, después de más de 20 años de litigio, la Corte Interamericana de Derechos Humanos hizo pública su sentencia en el caso “Comunidades indígenas miembros de la Asociación Lhaka Honhat (Nuestra Tierra) Vs. Argentina”. En su fallo dice que los pueblos Wichí (Mataco), Iyjwaja (Chorote), Komlek (Toba), Niwackle (Chulupí) y Tapy’y (Tapiete) tienen derecho a su propiedad ancestral en el norte de Salta y a un título único para 400 mil hectáreas.
La Corte IDH destaca que los cambios en la forma de vida de las comunidades y su identidad cultural están relacionados con la interferencia en su territorio producidas por actividades ajenas a sus costumbres tradicionales. Esta interferencia incidió en el modo tradicional de alimentación de las comunidades indígenas y en el acceso al agua.
Etnia guaraní
La autodenominación étnica original es “avá”, que significa “hombre”. Habitan en Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia.
La muy difundida palabra “guaraní” la escucharon los españoles que, al invadir su territorio, habrían oído, entre los gritos de guerra de este pueblo, la frase guará-ny, que significa “combatid-los”. Otra versión afirma que la denominación fue tomada de la deformación de una palabra guaraní, guariní, que significa precisamente “guerra” o “guerrear”.
Para el investigador argentino Dick Edgar Ibarra, la tierra de donde surgieron los guaraníes estaría en una zona circuncaribeña, en la desembocadura del río Amazonas. Las causas de su migración hacia el sur fueron principalmente la necesidad de ocupar nuevas tierras aptas para el cultivo, además de creencias de su religión que impulsaban su nomadismo.
Los Guaraníes hablan el idioma guaraní y viven en comunidades. El espacio se concibe dividido en cuatro círculos concéntricos, y cada uno de ellos refiere a un espacio vinculado a la familia, a la comunidad, a la tierra cultivable y el monte. Con estos círculos se entrelazan formas de vida cotidianas, sistemas de creencias y prácticas comunitarias.
Realidad de las comunidades originarias
El 40% de la población indígena de Salta vive en zonas rurales.
El porcentaje de población no económicamente activa entre los indígenas de la provincia de Salta es del 50,5% (frente al 39,5% del total provincial). De ese total el 61,9% son mujeres.
El 71,9% habita en viviendas deficitarias, el 22,7% habita en viviendas con hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto) y el 20% no tiene retrete. La procedencia del agua del 72,1% es de red pública (frente al 91,3% del total de la provincia). La del 10,1% es de agua de lluvia, río, canal, arroyo o acequia. El 7,1% es por perforación con bomba a motor y la del 6,2% es de transporte por cisterna.
La tasa de alfabetismo de la población indígena de la provincia de Salta es de 91,1%, frente al 96,9% del total provincial. Dentro de la población indígena, la tasa de analfabetismo es mayor entre las mujeres (11%) que entre los varones (6,8%). De las 33.345 personas de 20 años y más que asistieron a un establecimiento educativo, solo el 7,7% alcanzó niveles superiores.
Pata Pila y las comunidades originarias
A medida que Pata Pila fue adentrándose en sus vidas, se propuso entender a las comunidades desde sus identidades y particularidades para acompañarlas desde un lugar simétrico, de respeto y escucha constante. Aquí puedes ver las comunidades con las que se trabaja.
El déficit de agua potable y las deficiencias en los hogares hacen que el número de diarreas y enfermedades transmisibles sean muy elevados. Si sumamos la pobreza estructural y el déficit de alimentación, nos encontramos con una tasa de desnutrición infantil muy superior a la del resto del país. Este fue el motivo del nacimiento de Pata Pila y su programa principal.
Al ir trabajando con las familias se fueron incorporando nuevos programas para empoderar a las mujeres, con una tasa de desempleo muy alta y acompañar a las familias en el desarrollo global.
Mi experiencia
Todas los lugares que he visitado comparten el modo comunitario de vida. Al preguntar cuantas personas viven en la casa, la mayoría responden: muchos. Y es que abuelos, padres, tíos, primos y hermanos comparten vivienda y núcleo familiar. Aquí se comparte todo. Se vive en comunidad. Los niños se mueven solos de forma segura y se juntan en plazas y casas vecinas para jugar.
Llama la atención el nivel de madurez y responsabilidad de los más pequeños. Tienen que crecer rápido para ayudar en casa.
La falta de acceso a agua potable hace que el porcentaje de niños con diarrea sea muy alto. Además se observa gran número de enfermedades propias del hacinamiento como tiña o sarna. Por otro lado, en las comunidades más pequeñas y aisladas, los problemas sociales abundan. El machismo, la violencia o el consumo de tóxicos aumenta y queda mucho trabajo por hacer.
Durante mi estancia aquí voy reconociendo algunas diferencias entre las distintas etnias. Los Wichí son más silenciosos, más tímidos, más retraídos. Les cuesta más ganar confianza. Además el porcentaje de familias que hablan principalmente su propia lengua parece mucho mayor. Así los equipos que trabajan con comunidades Wichí cuentan con un traductor originario de la propia comunidad que facilita el contacto y el trabajo con ellos.
En el siguiente post, después de 2 meses colaborando con Pata Pila os cuento un poco más mis aprendizajes sobre las comunidades originarias.
¿Cómo puedo ayudar a Pata Pila?
Voluntariado en Pata Pila
Nos encontramos este cartel en el santuario de Virgen De la Peña, de camino a “El chorro” y no pudimos evitar sentirnos identificados.
Esto es el voluntariado, intentar cambiar pequeñas cosas desde nuestro humilde lugar. Muchos poquitos suman un montón.
VIAJE DE VOLUNTARIOS
Todos los años, en las vacaciones de verano de Argentina, se organiza un viaje de voluntarios de una semana de duración. Puedes apuntarte aquí para conocer como es la realidad en el terreno. Es una semana especial. Además de las actividades que se realizan de forma continuada, se organizan talleres, encuentros y actividades lúdicas para los más pequeños. ¡Te lo cuento con detalle en un nuevo post!
OTROS PROYECTOS DE VOLUNTARIADO
Se puede colaborar como voluntario de múltiples formas. Todos los perfiles suman. Algunos son más útiles en el terreno y otros en la oficina. ¡Contacta e infórmate de cómo colaborar!
Donaciones
No todos tenemos la disponibilidad de tiempo para enrolarnos en un viaje de voluntariado, pero muchos de nosotros si podemos hacer una pequeña aportación económica para colaborar con los gastos de este proyecto.
Os dejo el link de donaciones por si alguno se anima. ¡Os puedo asegurar que el dinero se invierte bien!
¡Tened en cuenta que el monto de la donación aparece en pesos argentinos y 1200$ son 1€ Al cambio!
¿Te gustaría trabajar en Pata pila?
Si te interesa formar parte del equipo, puedes ponerte en contacto con el equipo de recursos humanos en rrhh@patapila.org.
Mi experiencia de voluntariado en Pata Pila
Como os decía al inicio del post, solo llevo tres semanas colaborando con Pata Pila, pero han pasado tantas cosas que parece mucho más tiempo. El tiempo parece estirarse. Como repetí varias veces en las distintas dinámicas de grupo, aquí todo es mucho más intenso. Todo se vive más. Tanto las cosas buenas como las menos buenas.
Siento que si espero a escribir todo al final me voy a dejar muchas cosas en el tintero. Prefiero ir escribiendo pequeñas notas de lo que aquí sucede. Así que ahí va un pequeño resumen de estas primeras semanas en el terreno.
Bienvenida al Norte
¡No pude tener un mejor recibimiento en mi llegada al norte!
Tras el viaje desde Buenos Aires con una pequeña parada en Salta, llegué a la estación de ómnibus de Tartagal. En Tartagal me estaban esperando Sofi, Irene y Anto. Irene es la responsable de capacitación de apicultores y Anto y Sofi son antiguas voluntarias y trabajadoras de Pata Pila que vienen de visita todos los años porque el norte se ha quedado un pedacito de su corazón (como sospecho que nos va a pasar a más…)
Nos dirigimos a la feria, a comer unas humitas y llegamos a la presentación del Corso, el carnaval de Tartagal. Buen inicio de aventura.
En esta primera semana Anto y Sofi me van presentando a sus amigos y voy conociendo a gran parte de la comunidad. Empiezo también a guiarme por estas calles de arena y barro. “Tercera a la derecha y en el fin del mundo a la izquierda”.
Así nos invitan a comer unos ñoquis caseros espectaculares en casa de Blasia, compartiendo mate y charla con su maravillosa familia. Un placer escuchar hablar a Nahuel y Reina de sus planes universitarios. Super inteligentes. Poco a poco aparecen también en mi vida Azu, Amanda, Pepe, Martina, la Gringa, Ara, Cielo o Imelda. “Bienvenida a esta nuestra comunidad”.
Poco después llegan también Ceci y Mechi a la casa de voluntarios. El mate y el tereré son perfectos para compartir tardes y anécdotas y así nuestro pequeño patio se llena de vida y visitas que me permiten ir conociendo poco a poco a mucha más gente genial.
Voluntariado en Pata Pila. Equipo de Yacuy
Yacuy fue la primera comunidad en la que se estableció Pata Pila y aquí empieza también mi aventura con ellos. Solo puedo agradecer a todas el recibimiento. Gracias Pepe, Fabi, Azu, Raquel, Karen, Victor, Juli, Gringa, y Betu por la paciencia para explicarme y acompañarme en todo el proceso de adaptación.
Durante estas dos semanas acompaño al equipo en la atención en el centro de las comunidades guaranís de Yacuy, Piquirenda Fátima y Estación y en las salidas a la comunidad chané de Tuyunti y las comunidades wichí de Kilómetro 6 y Mosconi. Aquí empiezo a darme cuenta de las diferencias entre las distintas comunidades y del gran apoyo que es Pata Pila para estas familias.
Atención en Yacuy
Actualmente este equipo se encuentra sin nutricionista así que, durante la atención, peso y mido a los niños además de hacer un pequeño reconocimiento médico para detectar posibles enfermedades. Además, las mamás aprovechan para hacerme preguntas ya que los pediatras llegan hasta aquí muy pocas veces.
Observo que todos tienen el calendario de inmunizaciones al día y varios pesos apuntados ya que un agente sanitario se desplaza a las casas de todos los niños de forma reglada. El principal problema es la atención cuando los niños se enferman ya que hay una guardia en los pueblos más grandes pero no todas las familias pueden desplazarse con facilidad hasta ellas. Además, tampoco es fácil conseguir los medicamentos necesarios para los tratamientos.
Vivo en una constante contradicción de sensaciones. Es muy gratificante ver a los niños, hacer el seguimiento y poder ayudarlos en algunas ocasiones, pero siento que hay muchas cosas que no se pueden hacer por falta de medios y recursos. Aquí pondría un tratamiento, aquí haría un estudio más amplio, aquí hay que seguir buscando… Muchas veces sólo puedo recomendar a las mamás acudir al médico o hablar con el trabajador social para sacar un turno.
Quizá lo más difícil sea escuchar los enormes problemas sociales de muchas de estas familias. Violencia de género, toxicomanía, rechazo, pobreza… Mucho por trabajar. A empezar por lo chiquitito.
Visitas a familias
Acompañada por Fabi, Betu y algunas de las voluntarias nos acercamos a visitar las casas de familias seleccionadas que no van al programa desde hace un tiempo o presentan problemas y nos piden que acudamos.
Así conozco a Zoe y a su maravilloso hermano Junior. Tienen algunas dudas sobre la medicación y el desarrollo de Zoe y nos sentamos a charlar con ellos para gestionar los siguientes pasos.
Así también llegamos a casa de unos abuelos maravillosos que están preocupados por la salud mental de su hija ya que no reconoce al niño y parece presentar problemas de depresión. Es muy gratificante ver como se le iluminan los ojos al hablarle de la posibilidad de ayudarlos con el turno para que un neurólogo o un psiquiatra valore a su hija.
Así también nos acercamos a otras casas en las que algunos niños presentan bronquitis u otitis y les ayudamos con los tratamientos.
Voluntariado en Pata Pila. Viaje de voluntarios
Creo que voy a dedicar un post completo al viaje de voluntarios porque hay mucho que contar así que,¡os dejo el link por aquí!
Voluntariado en Pata Pila. Equipo de Dragones
Es una semana corta y no tenemos oportunidad de llegar al campo debido a las lluvias. Atendemos a las comunidades wichí en el centro de Fortín Dragones, en San Ignacio y en Hickman.
Como en ocasiones anteriores existe mucha diferencia en los pacientes de comunidades grandes a aquellos que se encuentran más alejados. Así conozco un niño que necesitaría una sonda pero no puede recibir los debidos cuidados. Una niña que precisa una operación de labio leporino que se va retrasando. Lesiones de tiña en situaciones de hacinamiento para las que es difícil encontrar tratamiento…
Por otro lado, el número de niños con buena evolución y seguimiento es mucho mayor. ¡Quedémonos con lo poquito que vamos ganando!
Atiendo conjuntamente con Pao, la nutricionista, y sumamos conocimientos para ayudar a las mamás. Pao lleva ya un año trabajando aquí. Es un placer aprender de ella trucos y adaptación de alimentación según la realidad de cada zona y cada familia. Gracias. También quiero agradecer a Marce, Betu, Pau, Linda y Mechi el contacto con las familias y el sistema sanitario para intentar resolver todos los problemas a nuestro alcance. ¡Y mil gracias por enseñarme un poquito más de la vida en Dragones!
Seguimos en el terreno
Hasta aquí estas primeras semanas de voluntariado en Pata Pila. Me quedo con la respuesta que voy dando a todo el que pregunta. Estoy muy contenta de estar aquí. Estoy aprendiendo mucho. Es una experiencia genial. Creo que estoy recibiendo más de lo que doy. Estoy conociendo gente fantástica y lugares muy interesantes. Seguimos en el terreno. Seguimos trabajando y aprendiendo. Gracias a todos por acompañarme en esta aventura. ¡Nos leemos pronto!
¿Cómo ayudar a Pata Pila?
Si has llegado hasta aquí y te gusta el proyecto puedes dejar tu granito de arena en este link.
¡Tened en cuenta que el monto de la donación aparece en pesos argentinos y 1200$ son 1€ Al cambio!