Gertrudis Chale o Schale fue una pintora austriaca (1898-1954). Su vínculo con argentina hizo que cambiara hasta la fonética de su apellido.
Fue la Gringa, la sacerdotisa, la amiga Trude, Gertrudis. Llegó de Austria, había nacido en 1898 y volvió a nacer en suelo argentino en 1933. Falleció en un accidente aéreo en la Sierra de Vilgo (La Rioja, Argentina) en 1954.
A su llegada a Quilmes (Buenos Aires) participa en los encuentros con intelectuales y artistas, colabora en revistas como Martin Fierro y realiza exposiciones colectivas. Se la encuadra dentro de la llamada Generación de 1938-49.
La preocupación de Chale por la situación de desigualdad y marginación que viven comunidades la llevan a participar también en movimientos surgidos en regiones periféricas. Así podemos destacar colaboraciones con revistas como Ángulo, surgida en Salta. Estos vínculos y relaciones con otros entornos le llevan a trabar amistad y colaborar con artistas de temática indigenista como el mismísimo José Sabogal o Julia Codesio.
El libro de Mauricio Neuman y Julianne Galland «Gertrudis Chale-Una Pintora en el Mundo Andino» permite conocer a una artista olvidada.
Su obra
Era una verdadera ciudadana de mundo. Cada lugar que habitaba lo hacía propio y lo plasmaba en su arte.
Con un inicio cubista, comienza a pintar escenas y paisajes con perspectiva, llenos de elementos referenciales a la cultura y el lugar donde los realiza. Las obras que realiza durante su estancia en las Islas Baleares destacan por su colorido. Llaman la atención de la artista los paisajes y los habitantes rurales, especialmente las mujeres ataviadas con ropas típicas payesas.
A partir de su llegada a Argentina su obra se aleja de los elementos narrativos, aunque continúa centrada en la representación de paisajes y de personajes rurales u originarios. Aquí Chale se sintió profundamente atraída por el mundo rural y suburbano que los nativos indígenas habitaban.
En la obra de Chale también se presta una importante atención a la mujer indígena. La figura en la que recae el peso del trabajo y la supervivencia familiar, por encima del hombre. Esto sigue sucediendo hoy en día como os cuento tras la conversación con Juana Gutiérrez en este post.
Las obras de Gertrudis Chale tratan de representar el mundo interior de sus personajes, lo cual hace a través de un lenguaje subjetivo y majestuoso.
“Plasmó con ternura a indias y cholas y su habitar sin casas y sin cosas. Dio rostro a los migrantes y a los pobres que expulsados del campo llegaban a poblar los márgenes de las grandes ciudades. Pintó las montañas, los desiertos y la alta planicie sudamericana que recorrió en toda clase de transportes. Gozó de las fiestas de sus habitantes, vivió en sus casas, aprendió a tocar sus instrumentos y a tocar sus alegrías y sus penas.”
Gloria Lisé
Échale un ojo a este catálogo de la exposición Destino Argentina. Borges y Chale del museo Ralli. Puedes observar más información sobre la vida y obra de Chale. Además aparecen copias de algunos de sus principales obras.
Los viajes de Gertrudis Chale
Nació en Austria en 1898. El inicio del nazismo la empuja a cambiar de lugar y la lleva a Zúrich, París, Madrid y las Islas Baleares.
En la década de 1930 viaja a Argentina y se instala en Buenos Aires. Su espíritu aventurero le lleva a recorrer la Pampa, la Patagonia y el Norte. Además, su afán viajero, su fascinación por el mundo andino y su ansia de conocimiento la empujó a conocer también Chile, Bolivia, Perú, Uruguay, Brasil o México.
“Soy nómade, quiero andar sin pensar, siempre miro por delante y siento que aún tengo muchas vidas y paisajes que abarcar y vivir”
Gertrudis Chale