De Belgrado a Zagreb. Esta es el segundo post fotográfico sobre mi viaje a los Balcanes. La primera parte de este recorrido fotográfico os la mostré en el post “mi viaje a Belgrado”.
Siguiendo las consignas de Nico para practicar con la cámara de fotos he ido haciendo algunas fotos un poco más “artísticas” que no tienen cabida en los post tradicionales. Aquí os dejo un poco de mi mirada a través de la cámara. Esos instantes, momentos o lugares que son la salsa de cada viaje.
Primera etapa de Belgrado a Zagreb: Parque nacional de Tara
Desde Belgrado, la idea era moverme hacia Bosnia i Herzegovina. El parque nacional de Tara está justo en la frontera entre Serbia y Bosnia así que era la parada perfecta en este viaje.
Bajna Basta
A mi llegada al maravilloso Mystic River en Bajna Basta me encontré con estos recuerdos en la pared. Recuerdos que nos hablan de esas guerras no tan lejanas.
En Bajna Basta también pude acercarme hasta la famosa casa sobre el río Drina. Construida en 1968 por unos nadadores que necesitaban refugio y convertida en portada del National Geografic.
Trekking desde Crnjeskovo al monasterio de Raça
Este trekking me permitió disfrutar del parque natural prácticamente sola, una maravilla. Por suerte, no me encontré ningún oso de los anunciados en la señalización.
Ruta desde Raça hasta Bajna Basta
Una vez alcanzado el monasterio, el sendero se convirtió en una ruta asfaltada que pasaba por varias zonas habitadas. El paseo me permitió observar el día a día de esta región.
Mirador Banjska Stena
El mirador más famoso del parque nacional nos ofrece vistas espectaculares
Estas vistas ya fueron capturadas por Eveline Haverfield como demuestra este mural en las calles de Bajna Basta.
Navegando por el lago Perućac y el río Drina
Desde Bajna Basta, pude hacer una navegación a través del lago Perućac hasta Visegrad y el famoso puente sobre el Drina de Ivo Andrić.
En tren a través de Mokra Gora
El medio elegido para visitar el parque natural de Mokra Gora fue el famoso tren Sargan 8. Un tren de vía estrecha construido durante la primera Guerra Mundial y reconvertido en atracción turística.
Bosnia i Herzegovina
Sarajevo
Desde Tara, me dirigí en bus hasta la capital de Bosnia i Herzegovina. Un lugar sorprendente, con mucho encanto.
Una ciudad para disfrutar de un café.
Una ciudad para pasear y seguir caminando.
Srebrenica
En Sarajevo pude contemplar las fotografías de Tarik Samarah en la galería 11/07/95. Imágenes duras que se endurecieron más al visitar el memorial de Srebrenica. Un lugar que no debería existir pero que hay que recordar para evitar que se repita.
Mostar
Es imposible hablar de Mostar sin fotografiar su concurrido y famoso puente.
Pero las calles circundantes también tienen mucho encanto. Sobre todo por la tarde, cuando los grupos organizados vuelven a su lugar de origen.
Herzegovina
Mostar es la ciudad más grande de Herzegovina, pero a su alrededor podemos encontrar algunas otras perlas dignas de visita.
La fuerza de la naturaleza en las cascadas de Kravice,
el pueblo medieval de Počitelj, con espectaculares vistas desde lo alto de su torre,
o el monasterio derviche de Blagaj.
Unas horas en Split
La parada de Split fue corta (unas 8h) y ya conocía la ciudad así que aproveché para llevar a cabo algunos de los ejercicios sugeridos por Nico.
Fotografiar algo hecho por el hombre,
Fotografiar algo muy lento. Por ejemplo los horribles cruceros que abarrotan el puerto…
Y fotografiar algo que vuele
Eslovenia
Ljubliana
Después de unas cuantas horas de tren llego a Liubliana. Gran descubrimiento. Una de las ciudades verdes de Europa, perfecta para pasear y relajarse.
Liubliana, la ciudad del Dragón.
La biblioteca de Liubliana, con sus ventanas en forma de libro abierto.
Promesas de amor con reticencias. Candados con la llave puesta por si hay cambio de opinión…
Torres medievales
y recuerdos de esos tiempos medievales…
El sorprendente y divertido museo de títeres
Y más vida a través del espejo…
Paisajes de Eslovenia
Fuera de la capital, Eslovenia es un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza.
Podemos encontrar deslumbrantes lagos,
navegar en antiguas pletnas,
Visitar castillos medievales,
sumergirte en sorprendentes cuevas,
o relajarte en un precioso pueblo costero.
Última parada en este viaje de Belgrado a Zagreb
En esta última parada, una vez más el mercado como termómetro de una ciudad.
Y el placer de encontrar el monumento a Marija Jurić, la primera mujer periodista en Croacia, en las calles de la ciudad.
¡Nos leemos en breve!
Este es el final de este viaje fotográfico por los Balcanes. “Mi viaje a Belgrado” y “de Belgrado a Zagreb”. Vendrán otros.
Si quieres más información para visitar estos lugares te recomiendo que vayas a sus correspondientes post: “una semana en Serbia”, “una semana en Croacia”, “visitar Bosnia” y “Eslovenia en 5 días”.
Como diría Vetusta Morla: “aeropuertos unos vienen, otros van, igual que Alicia sin ciudad” y es que “dejarse llevar suena demasiado bien”.
Gracias por acompañarme en este viaje a través del objetivo, a través del espejo.