Clave alta, clave baja. El título de hoy me trae recuerdos de aquel juego que os contaba en “Un viaje al pasado”: Atrio arriba, atrio abajo. Y de eso se trata este post fotográfico, de jugar con la cámara, de saltarse las normas de exposición para buscar nuevos efectos. De innovar en el fondo y la forma. ¡Espero que os guste!
Algunas plantas… No puedo escribir esta frase y no dejaros por aquí enlazado el temazo de Love of Lesbian. Puede ser la música de fondo perfecta para leer las siguientes líneas.
Lo que hace de una instantánea una gran foto es la reacción que esa fotografía produce en quien la ve, las emociones que libera en él. Los sentimientos que induce.
La cámara fotográfica es un instrumento que enseña a gente cómo ver sin una cámara fotográfica.
Dorothea Lange
Clave alta
Siguiendo las consignas y enseñanzas de Nico, mi profe de fotografía, intentaré acercarme un poco a estas técnicas.
¿Qué es la clave alta?
Las fotos hechas en clave alta suelen llevar una enorme carga emocional. No puedes ver una foto hecha con esta técnica y no sentirte invadido por sentimientos positivos, de paz, de felicidad y de ternura.
“Vas a necesitar luz, mucha luz. Asegúrate de tener un ISO bajo, una apertura grande y una velocidad de obturación baja.”
Nicolás Preci
Paisajes y plantas en clave alta
Clave alta en las tareas del día a día
Desde Asturias…
hasta Gran Canaria.
Y clave alta también en los días de fiesta
Clave baja
¿Qué es la clave baja?
No escapas de los sentimientos de intriga y misterio que suele generar una foto en Clave Baja.
En la Clave Baja el fotógrafo utiliza una cantidad mínima de luz distribuida de forma estratégica, dirigiéndola sólo a las partes que interesan del sujeto u objeto retratado.
“Clave Baja no significa ausencia de luz, sino escasez de la misma. Aquí los ajustes de la cámara son impredecibles. Fíjate en lo que hay a tu alrededor y prueba.”
Nicolás Preci
¿Luces? Cámara ¡Acción!
Clave baja y ¿Un poquito de Escher?
Clave baja en las iglesias
Esta nueva consigna fotográfica me llevó a iglesias y conventos salmantinos a los que nunca había llegado a entrar. La mayoría de fotos corresponden convento de San Esteban, parada obligada en vuestra visita a Salamanca.
Clave baja también en las calles
El barrio del Oeste. Uno de mis lugares favoritos en Salamanca. El Manzano, el Granero, el Macondo, la Salchi. Las actividades de ZOES. Los grafitis. El concurso anual de Galería Urbana ha hecho que cada uno de sus muros se convierta en un lienzo. Os dejo por aquí a Geppetto, una de mis intervenciones preferidas. En color por los buenos recuerdos que me trae. Días que se hacen noche y noches que se hacen día.
Y clave baja aprendiendo de los más grandes…
¡Nos leemos en breve!
Aquí os dejo, pero no sin antes recomendaros ver este documental sobre Ramón Masats: el ojo irónico.