Un día de verdeo y cosecha. Así empezó el domingo en casa de mis padres. Al levantarme me encontré con mi padre recogiendo las aceitunas del olivo del jardín. Tengo que hacer deberes de fotografía y me parece una buena historia. Empiezo a disparar. -También voy a hacer mermelada de membrillo-dice mi madre. Lo añadimos en el reportaje. Vamos allá.
Todas las fotos están hechas con el angular en 25mm y editadas con grano, en blanco y negro según la consigna de hoy.
La materia prima
Espera, nos acercamos hasta la nave para que hagas las fotos a los olivos y los membrillos de allí. La materia prima. Todo producto de proximidad.
Día de verdeo y cosecha
La cosecha
A la balanza
Después de apañar las aceitunas, hay que pesarlas. Hay que saber cuántos kilos de aceitunas hay y calcular el agua y la sosa que necesitan para quitarles el amargor. La aceituna recién cogida del árbol tiene un sabor amargo y una textura que la hacen completamente incomestible.
Por cada kilogramo de aceitunas necesitaremos un litro de agua y 20 gramos de sosa.
Lavado de las aceitunas
El agua con sosa debe cubrir por completo a las aceitunas.
Tras 8-10h, veremos que el agua se vuelve oscura con las impurezas de las aceitunas. Deberemos cambiar el agua cuantas veces sea necesario hasta que veamos que el agua salga clara.
En siglos anteriores y ya desde tiempos de los romanos, realizaban la curación de las aceitunas. Para llevar a cabo el lavado, las olivas se dejaban bajo una corriente de agua, una cascada o un río. Una vez lavadas se llevaba a cabo el aliño.
Aliño de las aceitunas
Una vez eliminado el amargor, se sumergen las aceitunas en el aliño durante al menos 5 días. Para el aliño se pueden usar sal, peladura de naranja o limón, tomillo…
Mi madre suele usar tomilleja, laurel, sal, ajo y, en ocasiones, cáscara de naranja y limón. Y puedo aseguraros que quedan riquísimas.
Mermelada de membrillo
Mientras las aceitunas se lavan, mi madre aprovecha a preparar los membrillos para la mermelada. Se cortan y se cuecen con agua. Una vez blandos se les quita el agua, se añade azúcar y se siguen cociendo y removiendo hasta lograr la consistencia de mermelada, evitando que se queme.
Conservación
Una vez las aceitunas y la mermelada están preparadas, se introducen en botes y se conservan al baño maría. Ya tenemos para todo el año.
¡A la mesa!
Ahora llega el mejor momento, ¡a comer!