La llegada de los pescadores a Mbour merece su propio post fotográfico. Cada día, al atardecer, numerosos barcos repletos de pescado llegan a las playas de Mbour.
Una experiencia donde el caos se convierte en espectáculo. Intensidad, movimiento, colores, escenas de película… ¿Dónde dirigir el foco de la cámara?
Unos barcos llegan y, a su vez, otros emprenden viaje para conseguir las capturas de los próximos días. El impacto de las políticas de pesca obliga a los pequeños pescadores a adentrarse cada vez en aguas más profundas.
El puerto
Aquí no encontramos puertos ni atraques, solo restos de un antiguo muelle de madera y cientos de barcos amontonados en la arena.
La llegada de pescadores a Mbour
Cada vez que un barco se acerca a la orilla, el ajetreo comienza. Porteadores, carros y caballos se adentran en el agua. Un caos organizado. Cientos de personas cruzándose entre las olas.
Porteadores en la llegada de pescadores a Mbour
Grupos de porteadores esperan en la orilla la llegada de los barcos. Todos van pertrechados con chubasquero, botas y pantalones de agua, además del cojín en la cabeza que les ayuda a transportar las cajas.
Además, cada porteador cobrará según el número de cajas que consiga descargar por lo que, la llegada de cada barco se convierte en una nueva carrera.
El mercado
Las orillas de la costa se convierten en un improvisado mercado. Porteadores y carros cruzando. Neveras de almacenaje. Compras al por mayor y puestos al por menor.
Peces, rayas, tiburones y marisco.
Mujeres, con sus coloridos vestidos, cortando y vendiendo todo tipo de pescado a ras de playa.
Cae la noche, pero no cesa el movimiento
Tiempo para reuniones
Y niños siendo niños
Y con los niños siendo niños me despido hasta el próximo post… ¡nos leemos en breve!
Os animo a echarle un ojo a mis posts fotográficos sobre mujeres de Senegal y tradiciones senegalesas para descubrir más instantáneas de este maravilloso país.