Bolivia en 45mm. Si has llegado hasta aquí buscando recomendaciones y consejos para viajar por Bolivia, no es el lugar. Aquí solo encontrarás mi mirada. Mi opinión. Una mirada parcial y sesgada. Una mirada alimentada por libros, películas, fotógrafos, maestros y canciones.
Cruza la puerta conmigo y acompáñame en este viaje.

Este post forma parte de un proyecto mayor. Un viaje en 45mm. Me gusta viajar ligera de equipaje. Así que esta vez me decido a llevar solo el objetivo fijo de 45mm de mi OM-5. Lugares y personas. Encuentros y experiencias. Un viaje de 2 meses desde Iruya hasta Colombia. Muchas historias que contar.
“No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad”.
Pepe Mújica
En breve os dejaré algunos tips para viajar por Bolivia en el apartado de “a cualquier otra parte”.
Potosí
Potosí. Mi primer contacto real con el pueblo boliviano. Hace años estuve en Uyuni y la reserva andina de Eduardo Avaroa. Un lugar mágico. Una naturaleza salvaje. Pero poco contacto con la población local.
El cerro Rico. Suerte y desgracia de los habitantes de la ciudad. Guardián del paso del tiempo.

Cholitas de Potosí. Bolivia en 45mm
Recorro las calles de Potosí con la tentación de disparar a cada minuto. Las cholitas y sus sombreros son realmente fotogénicos.




En los museos, una vez más, las cholitas centran mi atención. Su cara de felicidad mientras descubre las obras de arte de la casa de la moneda es un lujo. Una curita para el alma.

Casa de la moneda
La casa de la moneda. La joya de la corona. El recuerdo de un Potosí situado en el centro del universo. El naufragio del Atocha. La única moneda de plata que Bolivia conserva de aquel gran tesoro.

Plaza 10 de noviembre, antigua plaza de armas
Ruido de cohetes en la plaza. Me acerco a ver que sucede. Protestas indígenas. Una vez más, mi objetivo se encuentra con los sombreros de las cholitas.


Por la tarde, de nuevo ruido en la plaza. Esta vez música. Se celebran los 199 años del colegio Pichincha. Desfiles y bandas de música. Me las volveré a encontrar en numerosas ocasiones a lo largo y ancho del país.

Minas de Potosí
No se puede hablar de Potosí sin hablar de sus minas. Bienvenidos al infierno.


Un tesoro prohibido
El convento de Santa Teresa cuenta con una biblioteca repleta de incunables que no pueden ser leídos ni siquiera por académicos. Solo la petición de un miembro de la orden y el permiso del superior permite la apertura de estas vitrinas.

El otro Potosí
Fuera de las calles en damero del centro histórico colonial, me encuentro con las antiguas calles de origen indígena. El otro Potosí. Apellidos indígenas y restos de carnaval mezcladas con las obligatorias iglesias, separadas de las de los españoles.


Sucre
Sucre. Capital de Bolivia. Sí, has leído bien. Capital de Bolivia. La Paz es sede del gobierno y capital administrativa, pero el título de capital en la Constitución boliviana se lo lleva Sucre. Yo hubiera fallado la pregunta de Trivial ¿y tú?
Casa de la libertad
Iglesia jesuita. La primera universidad de Bolivia. Aula Magna de la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Sus títulos se igualaban a los expedidos por la universidad de Salamanca. Actualmente museo de historia. No te pierdas su biblioteca. Otro tesoro escondido.

Calles de Sucre
Juana Azurduy fue una de las revolucionarias que luchó por la independencia boliviana. Su estatua debería encontrarse en el centro de la plaza junto a la del resto de próceres. Pero no. Era mujer. Su estatua está en un rincón del patio del centro cultural de la ciudad. ¡En breve os cuento más sobre ella!

¿Y esas letras? La mayoría de los autobuses de la ciudad fueron donados por el gobierno japonés. Así podemos ver distintos anuncios y nombres en este idioma que nadie puede entender.

En el día del periodista, me llama la atención la bandera que portan. La antigua cruz de borgoña española se convirtió en el escudo de la ciudad de Sucre.

Y una vez más, las bandas amenizando el domingo en la ciudad.

Cielos de Sucre
Una de mis cosas favoritas de cada ciudad son sus cielos. Las vistas desde las alturas. En Sucre hay mucho para visitar y caminar por sus tejados.

Cráter del Maragua
La primera parada nos lleva a la iglesia de Maragua para encontrarnos una vez más con el sincretismo boliviano. Virgenes triangulares. Coca y ofrendas a la Pachamama.

Después nos dirigimos hacia parte de la ruta prehispánica conservada en este lugar para disfrutar de unas vistas impresionantes del Valle.

A la hora de comer, un gato posa para mi. Escaleras de madera. Paredes de adobe. Decorado perfecto.

Las paredes de adobe y los hornos tradicionales siguen acompañándonos en todo el recorrido.


Aunque pertenece a Sucre, merece su propio apartado. La mayoría de pobladores de este lugar apartado del mundo pertenecen a la etnia Jalq´a. Claudia y Arminda nos invitan a su casa para mostrarnos algunos detalles sobre su cultura. Los 15 años de Arminda hacen que se ponga nerviosa delante de la cámara, pero Claudia posa así de guapa delante del objetivo.

Mercado de Tarabuco
Comparto mesa con Sonia y Roberto en el mercado de Sucre. Me hablan de la feria indígena dominical de Tarabuco. Tomo uno de los pequeños minibuses compartidos para llegar hasta este pequeño poblado y la feria no me defrauda. Personas llegadas desde las localidades de los alrededores acuden con sus mejores galas.







Cochabamba

La Cancha
Una vez más, el mercado es el mejor lugar para conocer la vida boliviana. La cancha. Un mercado que se extiende a 10 cuadras a la redonda. El lugar donde puedes encontrar cualquier cosa que busques.




El Cristo de la Concordia
El cristo de la Concordia, en Cochabamba, compite con el cristo del Corcovado en Río por ser el más alto de Suramérica. Todo depende de si sumamos la base o no… Los dos son enormes.

El Lago Titicaca
Está vez tocaba visitar el lago Titicaca desde su orilla boliviana. En breve os cuento más sobre Copacabana, la Isla del sol y también nuestra visita al margen peruano.
De camino al Titicaca
Los medios de transporte son otro de esos lugares que te permiten mezclarte con la gente local.

Y también observar las estampas cotidianas desde la ventana del autobús.

Para llegar a Copacabana hay que abandonar el bus y cruzar uno de los brazos del lago en lancha. Las barcazas esperan en el puerto de Tiquina para el cruce de camiones, coches y autobuses.

Copacabana
Las influencias incas y aymaras se sienten en cada rincón. El observatorio de la horca del inca es otro de esos lugares con energía especial. Con Historia e historias. Un lugar perfecto para sentarse y disfrutar del paisaje.

En el lado opuesto de la ciudad, desde la cima del cerro del Calvario, aparece el puerto. Lugar de salida para la isla del Sol.

La isla del sol
90 minutos de navegación separan la isla del Sol de Copacabana. 90 minutos y varios años de diferencia.

La tranquilidad. Una isla sin vehículos motorizados. Escaleras para alcanzar cualquier puerto habitado. Ceder el paso a los burros que caminan por las calles. Hablar con sus moradores. Disfrutar de un lugar detenido en el tiempo. Un lugar mágico.



Cielos de Bolivia
Aquí no puedo evitar poner un poco de color. El cráter del Maragua y los atardeceres en el Titicaca merecen conservar sus colores. El amanecer mientras dejaba atrás la Paz fue espectacular. La luna llena en la isla del Sol es una de las mejores que he visto nunca. Los cielos de la Puna y el Altiplano son, probablemente, los mejores del mundo.




¡Hasta aquí el post de hoy! ¡Nos leemos en breve!
Somos una especie en viaje
Movimiento, Jorge Drexler
No tenemos pertenencias sino equipaje
Vamos con el polen en el viento
Estamos vivos porque estamos en movimiento