Sorprendente Varanasi. Decía Ortega y Gasset que “sorprenderse, extrañarse, es empezar a conocer”. Quizá Varanasi sea el lugar en el mundo que más me ha extrañado y sorprendido hasta el momento. La capital espiritual de la India atrae a peregrinos de todo el país que llegan hasta aquí buscando el sagrado río Ganges.
Herodoto viaja para responder al niño que pregunta de donde vienen los barcos que se ven en el horizonte. ¿Hay otros mundos? ¿Cuáles? […] Se lanza a conocer otros mundos con el entusiasmo del niño. Su descubrimiento más grande es que hay un montón de mundos, y cada uno es diferente del otro.
Riszard Kapuscinski. Viajes con Herodoto

Benarés fue la ciudad que más nos impactó en todo nuestro viaje por la India. Os cuento más sobre el resto de lugares en el post: 3 semanas en India.
Varanasi, ciudad Santa
Varanasi, también llamada Benarés o Kashi es la más sagrada de las siete ciudades sagradas (Sapta Puri) en el hinduismo y el jainismo. La categoría de ciudad santa proviene de la creencia de que una de las cuatro cabezas del dios Brahmá consiguió descansar al llegar a esta ciudad. Además, según la mitología hinduista, la mano izquierda de Satí (la esposa del dios Shiva, que se suicidó prendiéndose fuego) cayó en esta ciudad.
Se cree que Buda (siglos V a IV a. C.) fundó el budismo aquí cuando dio su primer sermón en la cercana Sarnath. La importancia religiosa de la ciudad continuó creciendo en el siglo IX, cuando Adi Shankara estableció el culto a Shiva como una secta oficial de Benarés.
Benarés es más antigua que la Historia, más antigua que las tradiciones, más vieja incluso que las leyendas, y parece el doble de antigua que todas juntas
Mark Twain
Los hindúes creen que la muerte en la ciudad traerá la salvación, por lo que es un importante centro de peregrinación. Según el hinduismo, todo aquel que muera en Benarés (o a menos de sesenta kilómetros de la ciudad), queda liberado del ciclo de las reencarnaciones. Según la tradición, todo hinduista debe visitarla al menos una vez en la vida.

Todas estas creencias han convertido la ciudad en el destino de enfermos y ancianos, que quieren pasar sus últimos días en la ciudad santa. A lo largo del Ganges se alinean numerosas residencias destinadas a albergar a los moribundos.
Peregrinos en Varanasi


Un “sadhú” es un asceta o “hombre santo” en el hinduismo que renuncia a los lazos mundanos para dedicar su vida a la búsqueda de la iluminación espiritual (moksha).
Son individuos que han abandonado la vida material, la familia y los placeres terrenales para centrarse en la práctica espiritual y el control del cuerpo y la mente. Para ello, practican disciplinas como el yoga y la meditación, y viven de la caridad.
Su objetivo es alcanzar la liberación espiritual, el estado de pureza total y el fin del ciclo de reencarnaciones. Históricamente, han vagado por India, viviendo en templos, cuevas o bosques, manteniendo su autonomía y no dependiendo de lugares fijos de culto. Suelen vestir túnicas de color azafrán, que pueden estar descoloridas o viejas, como símbolo de su renuncia a lo terrenal. Muchos sadhús son seguidores de Shiva y pueden llevar tres rayas de ceniza en la frente para honrarlo.





El río Ganges
El Ganges cuenta con 2525 km de longitud. Nace en los Himalayas occidentales y fluye hacia el sur y al este. La desembocadura, donde llega también el Brahmaputra forma el delta del Ganges, el mayor delta del mundo.
El Ganges es el centro de la vida en Benarés. Abluciones, lavado de ropa, juego y cremaciones se mezclan en las orillas del Río. Un río que, a su paso por esta ciudad, cuenta con un importante grado de contaminación.
El Ganga es el río de India, amado por su pueblo, alrededor del cual se entrelazan sus recuerdos raciales, sus esperanzas y temores, sus canciones de triunfo, sus victorias y sus derrotas. Ella ha sido un símbolo de la cultura y civilización de India desde la antigüedad, siempre cambiantes, siempre fluidas, y sin embargo siempre el mismo Ganga
Jawaharlal Nehru
Es un río sagrado para los hindúes a lo largo de cada fragmento de su longitud. A lo largo de su curso, los hindúes se bañan en sus aguas, y rinden homenaje a sus antepasados y a sus dioses ahuecando el agua en sus manos, levantándola y dejándola caer al río. En el viaje de regreso a casa desde el Ganges, llevan consigo pequeñas cantidades de agua de río para usar en rituales.


Mientras observábamos la caótica llegada de los pescadores senegaleses a Mbour, pensaba si había estado en un lugar similar. Y si. Solo me venían a la cabeza las orillas del Río Ganges. Unas orillas repletas de gente y animales moviéndose sin ningún orden.




Abluciones en el ganges
Los hindúes consideran que las aguas del Ganges son puras y purificadoras. Nada recupera el orden del desorden más que las aguas del Ganges. El agua en movimiento, como en un río, se considera purificadora en la cultura hindú. Se cree que ambos absorben las impurezas y se las llevan.
Lo que el Ganges elimina, sin embargo, no es necesariamente suciedad física, sino suciedad simbólica. Elimina los pecados del bañista, no solo del presente, sino de toda una vida.


La ciudad es conocida en todo el mundo por sus numerosos ghats. Los ghats son escalones de losas a lo largo de la orilla del río donde los peregrinos realizan abluciones rituales.

Se cree que dejar un diya en el Ganges trae bendiciones, purifica cuerpo y alma, y ayuda a alcanzar la liberación espiritual. Los diyas son lámparas flotantes de aceite que se ofrecen en el río. También encontramos venta de velas rodeadas de pétalos y flores.

Cremaciones
En el Manikarnika Ghat y el Harishchandra Ghat, los hindúes creman a sus muertos y los registros de genealogía hindú en Varanasi se mantienen aquí.
Los que tienen la suerte de morir en Varanasi, son cremados en las orillas del Ganges y tiene garantizada la salvación instantánea. Si la muerte se produce en otro lugar, la salvación se puede lograr sumergiendo las cenizas en el Ganges. Si las cenizas son sumergidas en otro cuerpo de agua, un familiar todavía puede obtener la salvación del difunto mediante un viaje al Ganges.

Hasta aquí el post de hoy. ¡Nos leemos en breve!
Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora
Enseñanza budista
