Librerías y libreras es un post nacido de la más absoluta serendipia. Un post que nace fruto de las infinitas casualidades que inundan nuestro día a día. En ocasiones, las cosas ocurren por que tenían que ocurrir.

En mi último viaje a Barcelona la casualidad (y mi mala cabeza) quisieron que me confundiera de cargador al salir de casa. Así, me quedé sin batería en el móvil a media mañana y decidí caminar sin rumbo por las callejuelas del Born. En ese deambular sin rumbo apareció ante mis ojos una puerta de madera. “Espai Quera. La librería más antigua de Barcelona”, anunciaba su escaparate. “Cocina catalana”, se podía leer en un cartel. No pude resistirme a entrar. Oír a Berta contar la historia de la librería-restaurante me empujó a pedirle sus datos y una foto. Es una historia que debe ser contada.

La historia de Berta Quera
Entro a la librería-restaurante y pido mesa para comer. Me ofrecen una de las 2 pequeñas mesas junto a las escaleras. Enseguida me llaman la atención los numerosos retratos familiares que cuelgan en la pared y dirijo mi cámara hacia ellos.

Poco después me traen la carta y, mientras elijo la comida, no puedo evitar escuchar a Berta. Charla de forma animada con otro comensal y le pregunta si quiere saber la historia del lugar. Así me entero de que la librería fue abierta en 1916 por sus tatarabuelos y ella es la quinta generación de Quera que trabaja aquí.
Si el lugar ya me había llamado la atención desde la calle, escuchar la ilusión con la que Berta habla de su familia y del negocio acaba de atraparme. Le pregunto si puede contarme un poco más de la historia y accede con gusto.
Los orígenes del Espai Quera
Los tatarabuelos de Berta (Montserrat Graupera y Josep Quera) abrieron la librería en 1916. En el momento de su apertura, su especialidad eran las obras teatrales. Josep y Montserrat eran amantes de la montaña y, pocos años después, decidieron dar un giro a su negocio e iniciarse en la venta de mapas y libros de montañismo.
Berta me muestra la foto de Montserrat en la pared y también una foto de 1922 en la que se puede ver el suelo de la librería original que han mantenido hasta hoy y del que están orgullosos. Ese mismo suelo es el motivo que decora el salvaplatos que se encuentra bajo mi deliciosa tostada de escalivada y anchoas.

Las escaleras frente a mi mesa llevan hasta el piso superior, donde se encontraban el dormitorio de Montserrat y Josep y, posteriormente, despachos y almacenes. Inicialmente la librería solo ocupaba el pequeño espacio junto a la puerta. La cocina del restaurante fue la antigua cocina de la familia Quera y el espacio del comedor era su comedor privado. Es un lujo comer en una casa con tanta historia.
Las siguientes generaciones
La segunda generación de libreros corrió por cuenta del bisabuelo de Berta, Joan Quera y, tras él, heredó el negocio su abuela Roser, de la me habla con un cariño extremo. También refiere que falleció antes de que reconvirtieran la librería en restaurante. Tras Roser, la gestión quedó en manos de su tío Raimon y en 2019 decidieron darle una nueva vuelta de tuerca al local y reconvertirlo en restaurante.

-Hoy en día es imposible vivir de la venta de mapas de montaña. La mayoría de la gente usa aplicaciones móviles y llevan todo en sus teléfonos así que decidimos reinventarnos sin perder la esencia del lugar.-Me cuenta Berta. Doy fe. Aún venden mapas para los pocos nostálgicos que los siguen usando. Las fotos familiares comparten protagonismo con las de pioneros y pioneras del alpinismo. Y han añadido a la venta algunos libros de aventuras y montañismo. -Toda la familia siguen relacionada con la montaña y la librería- continúa Berta. -Estamos orgullosos de ello.- Y se nota.
Desde hoy se ha convertido en lugar de paso obligado en mis visitas a Barcelona. Gracias por todo.
Otras librerías en España
Todos los que me conocéis, sabéis de mi adicción a visitar librerías en cualquier viaje. A veces, muchas más de lo que a mis estanterías le gustaría, compro un libro. En otras ocasiones, solo paseo entre los títulos buscando alguno que llame mi atención. Siempre salgo con una sonrisa en la cara.
Hay lugares que ya se han convertido en tradición. Hay libreros y libreras que saben casi tanto de mis gustos como yo misma. Existen nombres propios de visita obligada en mi paso por cada ciudad.
Ahí van algunas librerías que se cruzaron en mi camino en mientras viajaba por España y recomiendo no perderse.
Salamanca
Letras Corsarias
Podría decir que Letras Corsarias es mi librería de cabecera. Sus libreros forman parte de un escogido número de personas que aciertan casi siempre con sus recomendaciones literarias. Son capaces de encontrar casi cualquier cosa que les pido. Son capaces de relacionar historia, viajes y narrativa a la velocidad del rayo. Para muestra esta selección para mi viaje a Vietnam. Fueron también capaces de acercarnos los libros a domicilio en tiempo de pandemia. Gracias por tanto Rafa, Guille, Miguel, María, Mercedes, Antonio y todo el equipo corsario.

Además, su agenda cultural no deja de crecer. Es un placer contar una oferta así en nuestra ciudad. Encontrarás su entrada entre las fachadas de piedra de Villamayor de la Plaza San Boal.

La Latina
¿La Latina? ¿Ese no es un barrio de Madrid? Y sí. Pero también era el apodo de Beatriz Galindo, una dama salmantina que trabajó de criada en la corte de Isabel la Católica. Durante siglos se le atribuyó haber sido maestra de latín de la reina y sus hijas, alumna de la Universidad de Salamanca, escritora e incluso traductora de clásicos griegos. Aunque hoy en día estos hechos no están tan claros.
En la librería podrás encontrar numerosos textos sobre mujeres y feminismo, además de muchos sobre cualquier otro tema.
Urueña
Primera Página
La librería Primera Página fue otro de esos lugares a los que me empujó la serendipia. Urueña cuenta con numerosas librerías, no en vano es conocida como “la villa del libro”. Pero mis pies me condujeron hasta su puerta. Una librería especializada en periodismo, fotografía y viajes. ¿Qué más podía pedir?

La conversación con Tamara se alargó sin darnos cuenta. Mis amigas decidieron dejarme allí e irse a preparar la cena. Salí de allí con algunos libros y muchos descubrimientos. Algunas de esas recomendaciones fueron el germen de posts como Carmen de Burgos y sus viajes.

Madrid
La Fábrica
Para mí, lo mejor de la Fábrica son sus ediciones propias. Libros de fotografía que no puedes encontrar en ningún otro lugar. Además, si tienes suerte, tu visita puede coincidir con alguna exposición en el local o con actividades tan novedosas como un vermú literario.

Desnivel
Desnivel es otra de esas librerías que no necesita presentación. Situada en el madrileño barrio de las Letras, ofrece libros de montaña y aventuras. Desde su inauguración en 1998 por el legendario alpinista Walter Bonatti, se ha convertido en un referente para la comunidad de montañistas. Además de su editorial propia, cuentan también con una agencia de viajes y una agenda con numerosas conferencias y presentaciones.

La cuesta de Moyano
La cuesta de Moyano no es una librería sino muchas. Una feria del libro antiguo permanente en el centro de Madrid donde puedes encontrar títulos de ayer, hoy y siempre.

Barcelona
Altaïr
La librería Altaïr apenas necesita presentación. Especialista en viajes desde 1979. Siempre es un placer deambular por sus pasillos, organizados por continentes y perderse entre guías, mapas y literatura sobre cada uno de los lugares del mundo.

Además, Altaïr cuenta con una editorial propia. En una de mis visitas a Barcelona apareció este libro que parecía escrito para nuestro viaje en velero por el Duero. Siempre hay un libro para cada momento vital.
Espai Quera
Sobre la historia de esta librería-restaurante y de Berta Quera ya habéis leído un poco.
León
Sputnik
Sputnik es una librería- café situada en el centro de León en la que encontrarás libros sobre casi todos los temas que se te ocurran además de talleres y presentaciones. En febrero de 2025 se atrevieron incluso a innovar con la verbena reading party, la primera fiesta de la lectura en León.
Mutante Tula Varona
Está librería también es un buen lugar para un café si te encuentras en la capital leonesa.
Gijón
La Revoltosa
Esta pequeña librería gijonesa es el lugar perfecto para pasar la tarde con un café (o una cerveza) y un buen libro.

Las mejores librerías de Buenos Aires
Como sabéis, en los últimos años he pasado mucho tiempo en Argentina. Fiel a mi adicción de conocer librerías y libreros, escribí este post: Las 7 mejores librerías de Buenos Aires. Si cruzas el charco, no dudes en visitarlas!

Hasta aquí el post de hoy. ¡Nos leemos en breve!
Me despido desde uno de mis lugares favoritos para disfrutar de todas las recomendaciones de librerías, libreras y libreros: la plaza de Anaya en Salamanca

Lo malo del post es que me llevó a las páginas de las librerías y ya tengo nuevos libros / necesidades jajaja
Excelente post, Patri. Impecable. Muchas gracias por las recomendaciones y trasladarnos a la librería Spai Quera de Barcelona.