El valle de Ferganá, en el este de Uzbekistán, es una región fértil rodeada de montañas donde se mezclan antiguas rutas comerciales, pueblos tradicionales y una vibrante vida agrícola. Destaca por sus mercados coloridos, sus cultivos de seda y sus ciudades históricas como Kokand, Marguilán y Andiján. Es un destino ideal para encontrar paisajes verdes, cultura viva y hospitalidad local.

Índice
Antes de ir
Os cuento todo lo que debéis saber para preparar el viaje a Uzbekistán en mi post: Uzbekistán en dos semanas. Nosotras llegamos desde Tashkent hasta Kokand o Qoq´on en tren y volvimos a la capital uzbeka también entren desde Margilon. Dentro del Valle, nos movimos en coche con conductor.

El Valle de Ferganá es una de las regiones más fértiles y densamente pobladas de Asia Central, compartida por Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán. Rodeado por cordilleras que lo protegen y alimentado por el río Sir Daria, ha sido históricamente un cruce estratégico de rutas comerciales, lo que explica su mezcla de culturas, idiomas y tradiciones.

El islam tiene una presencia profunda y muy arraigada en el valle. En el lado uzbeko se encuentran mezquitas históricas, madrasas y mausoleos sufíes, especialmente vinculados a la Naqshbandiyya, una influyente orden mística que ha tenido un papel clave en la espiritualidad local.
Artesanos en el valle de Ferganá
Durante nuestra visita por Uzbekistán pudimos disfrutar de artesanos espectaculares en muchos lugares cuyas fotos os mostré en Uzbekistán a través del espejo. También descubrimos la fábrica tradicional del papel de Samarcanda. En el valle de Ferganá destacan la cerámica y la seda.
Reservamos un coche con conductor para realizar el traslado de Qoqon a Margilón y poder parar en Rishtón de camino.
Cerámica de Rishtón
La cerámica de Rishtón es una de las tradiciones artesanales más prestigiosas de Asia Central. Sus piezas se reconocen fácilmente por el característico “azul Rishtón”, un esmalte intenso que combina tonos azules, turquesas y verdes. El azul Rishtón se elabora tradicionalmente con piedras minerales locales como el ishqor, una ceniza vegetal que da a la cerámica su brillo y color únicos.

Los maestros artesanos trabajan casi todo a mano: moldean el barro rojizo del valle, lo secan al sol, lo decoran con motivos florales y geométricos inspirados en la naturaleza, y lo cuecen en hornos especiales. Cada plato, cuenco o jarra es una pieza única, fruto de técnicas transmitidas de generación en generación.

Hoy, visitar Rishtón permite conocer talleres familiares, ver demostraciones en directo y adquirir obras auténticas que combinan historia, arte y la identidad cultural de Ferganá. Es uno de los mejores lugares del país para entender cómo una tradición local se ha convertido en símbolo nacional de la artesanía uzbeka. Nosotras visitamos el centro internacional de cerámica y el taller familiar de Rusman Usmanov. A mí, personalmente, me gustó más el segundo.

Seda de Marguilán
La seda de Marguilán (Margilon), en el valle de Ferganá, es uno de los tesoros artesanales más emblemáticos de Uzbekistán. Un legado vivo de la antigua Ruta de la Seda. La ciudad es famosa por su akhmadjon atlas, un tipo de seda tejida a mano con patrones ikat. Los hilos se tiñen antes de ser tejidos, creando diseños vibrantes y difuminados que parecen moverse con la luz.

La producción sigue procesos tradicionales: cría de gusanos de seda, devanado manual de los capullos, teñido con pigmentos naturales y tejido en telares de madera. Cada pieza implica un trabajo minucioso y una gran habilidad transmitida durante siglos dentro de familias artesanas.


Visitar Marguilán, especialmente talleres como Yodgorlik, permite ver de cerca cómo se mantiene esta tradición. Desde el suave brillo de los hilos recién teñidos hasta el ritmo hipnótico de los telares.


Qoqon o Kokand
Qoqon fue la capital del Kanato de Kokand en los siglos XVIII y XIX, y aún hoy conserva palacios, mezquitas y mausoleos que reflejan la riqueza de su pasado.
Mezquita Juma
Esta mezquita es famosa por su gran sala de oración sostenida por columnas de madera tallada.

Palacio Khudoyar Khan
Una residencia real con hermosos patios, salas decoradas con azulejos y tallas de madera.

Palacio Khudoyar Khan
Mausoleos históricos
Mausoleos como los de Modari Khan y Narbutabiy, destacan por su ornamentación y colores vivos.
Mercado local
El bazar de Qoqon es un lugar perfecto para sumergirse en la vida local, probar delicias uzbekas y comprar artesanías.

Margilon, Marguilan o Margilan
Margilon es la joya de Ferganá. La ciudad es famosa por su seda artesanal y sus mercados llenos de colores. Entre historia, cultura y sabores locales, cada calle ofrece una experiencia auténtica del corazón de Asia Central. La mejor forma de moverse en Margilon es en marshrutka.

Fábrica de seda Yodgorlik
Margilón es famosa por su producción de seda, y la fábrica Yodgorlik es un lugar clave: puedes ver todo el proceso de producción, desde los capullos de seda hasta los telares tradicionales.

Complejo Pur Siddiq

Kumtepa Bazaar
El Kumtepa Bazaar está a unos 5 km al oeste del centro de Marguilán. Abierto jueves y domingo. Es uno de los mercados más grandes y antiguos del Valle de Fergana. No es un mercado “turístico” en el sentido más comercial: muchos de los puestos están orientados a la población local. Para los visitantes se convierte en una “cápsula del tiempo”: colores, telas tradicionales, vendedores en vestimenta típica, el ajetreo de un bazar genuino.

Dehqon bozori
Situado a 1h de Margilon, es uno de los mercados clave para los productos agrícolas de la zona. “Dehqon” significa campesino o agricultor y “bozori” mercado.


Ya sabéis que soy fan de visitar los mercados de cada ciudad. En este hay muy pocos turistas y se puede respirar el ambiente local. Además, es el lugar perfecto para comer típico y barato.
Mezquita Khonakhán
Se construyó en el siglo XVI, lo que la hace una de las mezquitas más antiguas de Margilón. Tiene dos minaretes, cada uno de 26m de altura.


Said Ahmad Khoja Madrasa
Está madraza del siglo XIX ahora funciona como centro de artesanía.

Comer y dormir en Margilon
Para dormir, el hostel Farovon es una buena opción. Para comer, además del mercado Dehqon, nos gustó el restaurante Anor.


Hasta aquí el post de hoy. ¡Nos leemos en breve!
