Navegar hacia Ítaca

Hace años leí una frase bordada que se quedó dando vueltas en mi cabeza. Esa frase decía: Sal de Ítaca, Penélope, el mar también es tuyo. Y sí, el mar también es nuestro. En este post os hablaré de de como, hace unos años, zarpamos de Corfú para navegar hacia Ítaca.

Navegar hacia Ítaca
Navegar hacia Ítaca

Ten siempre a Itaca en tu mente. Llegar allí es tu destino. Mas no apresures nunca el viaje…” Con las palabras de Kavafis sobrevolándonos recorremos la distancia hasta la mítica isla, disfrutando del viaje.

Ulises lo tuvo más difícil que nosotros. Atravesó el mediterráneo luchando contra cientos de peligros: despistó a lotófagos, cíclopes, dioses y sirenas. Una auténtica Odisea.

El viaje de Ulises
El viaje de Ulises

En este post tras los pasos de Ulises os cuento más sobre aquel viaje.

Nuestro itinerario por las islas Jónicas

Nosotras iniciamos nuestro viaje mucho más cerca de Ítaca. Aquí os dejo un mapa con nuestra navegación por el mar Jónico.

Navegar hacia Ítaca
Navegar hacia Ítaca

No dejéis de pasaros por YouTube para ver las imágenes aéreas captadas por nuestro capi @iberiansailor. Está dividido en dos partes: Capítulo 1 y Capítulo 2

Itinerario de navegación

Índice

Antes de ir

Antes de ir, échale un ojo a mi post sobre Grecia y a los consejos para un viaje en velero. También asegúrate de renovar tu tarjeta sanitaria europea, contrata tu seguro de viaje y descarga todas las apps que serán útiles en tu viaje.

La existencia de vuelos directos Madrid- Corfú, hacen que esta isla sea perfecta para iniciar nuestra aventura. Reservamos nuestro barco, el Doronic, a través de la web Dream Yacht Charter. Se trata de un Sun Loft 40 perfecto para una navegación en aguas tranquilas como las griegas.

El Doronic en el puerto de Gaios
El Doronic en el puerto de Gaios

Corfú

A las playas de Paleokastritsa fue empujado Ulises por las olas tras el naufragio causado por Poseidón. En Kerkyra lo encuentra Nausícaa, princesa de los feacios, y le ayuda a conseguir una nave para regresar a Ítaca.

Corfú es una de las islas más fascinantes del mar Jónico. Combina playas cristalinas, montañas cubiertas de olivares y una historia marcada por venecianos, franceses y británicos. Su Casco Antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de callejones empedrados, plazas escondidas y fachadas de estilo veneciano. Aquí conviven fortalezas medievales, cafés bajo arcadas al estilo francés y un ambiente cosmopolita que invita a pasear sin rumbo.

Calles de Corfú
Calles de Corfú

Ciudad de Corfú

El paseo más elegante de Corfú, la Listón, inspirado en la Rue de Rivoli de París, es perfecto para sentarse en una terraza y ver la vida pasar.

Fortaleza de Corfú
Fortaleza de Corfú

La antigua fortaleza (Old Fortress) fue construida por los venecianos. Ofrece vistas espectaculares del casco antiguo y del mar Jónico. No te pierdas el faro y la pequeña iglesia de San Jorge.

Caminar desde el Puerto Viejo por el paseo Garitsa, junto al mar, es un paseo muy agradable, ideal al atardecer. Desde allí tienes vistas increíbles de la Antigua Fortaleza y del Mediterráneo.

Piratas del Jónico en Corfú
Piratas del Jónico en Corfú

San Espiridón (Agios Spyridon) es la iglesia más importante de Corfú, dedicada al santo patrón de la isla. Destaca por su torre campanario, la más alta de la ciudad.

Playas de Corfú

Paleokastritsa

Paleokastritsa

La isla de Corfú ofrece playas espectaculares.

  • Playa de Dassia y Barbati: el restaurante Piedra del mar, a las afueras de la ciudad de Corfú es un buen lugar para disfrutar del atardecer.
  • Paleokastritsa: Aquí pasamos una mañana entera disfrutando de sus aguas turquesas entre acantilados.
  • Glyfada, amplia y perfecta para quienes buscan comodidad y servicios.
  • Porto Timoni, un doble entrante marino ideal para amantes del senderismo y las fotos panorámicas.

Comer en Corfú

En la taberna de Elia te sentirás como en casa, deliciosa comida y buen precio. En el Abakas Mezedopoleio también comerás muy bien pero el precio es más elevado.

Tabernas de Corfú
Tabernas de Corfú

Embarcamos en Gouvia y nos dirigimos hacia el puerto de Kerkyra, en la ciudad de Corfú. Aquí no reina Alcínoo sino Spyros. Pregunta por él en el puerto o contacta a través del canal 72 para reservar tu atraque.

Puerto de Kerkira
Puerto de Kerkira

A la mañana siguiente iniciamos la navegación hacia el sur. Cambiamos los cantos de sirena por un moderno hilo musical en el que tienen cabida desde Muse hasta Rafaela Carrá.

Sirenas en el Jónico
Sirenas en el Jónico

Los estudiosos de la Odisea sitúan la isla de las sirenas entre Sorrento y Capri, el mar de los cíclopes cerca del Etna y la isla del sol en Sicilia. Hemos visitado varios de esos lugares. Parece buen material para un próximo post.

Paxos y Antipaxos

Aprovechamos un amarre de cortesía para visitar la capital de Paxos. Gaios conserva una arquitectura típica. Casas de estilo veneciano con colores pastel, callejuelas estrechas, tabernas, cafés y tiendas frente al mar.

Parte del muelle (especialmente en temporada alta) está reservada para barcos turísticos -sobre todo entre 10:00 y 17:00 h-, por lo que puede haber congestión si amarras en zonas reservadas.

Llegando al puerto de Gaios
Llegando al puerto de Gaios

Desde aquí, visitamos la pequeña isla de Antipaxos, situada a 15 minutos al sur de Paxos y sólo accesible en barco. Sus playas, de arena clara y aguas cristalinas, son consideradas las mejores del mar Jónico.

Decidimos regresar a pasar la noche en puerto ya que la mar se encuentra un poco picada y parte de la tripulación tiene algunos síntomas de mareo. Gaios es un pintoresco puerto rodeado de islas pequeñas. Protegido por dos islotes es un lugar perfecto para pasar la noche sin preocupaciones

Doronic, Doronic, Doronic
Doronic, Doronic, Doronic

Para la noche siguiente elegimos disfrutar de la magia del mar. Fondeamos en una discreta y paradisiaca playa al sur de Antipaxos.

Hay muchas cosas que me gustan de la navegación. La tranquilidad, la desconexión, la aventura. Pero si tuviera que quedarme solo con una, serían los amaneceres y atardeceres desde el barco. Ese amfilyke que Homero acertó a describir “Cuando la luz doble se extiende por todas partes”.

Atardecer en las islas jónicas
Atardecer en las islas jónicas

Canal de Lefkas

El canal de Lefkas (canal de Lefkada o canal de Léucade) es un estrecho paso marítimo que separa la isla de Lefkada del territorio continental griego. Es una de las características náuticas más importantes del mar Jónico y permite a barcos y veleros acceder al puerto principal de Lefkada y otras calas del Jónico sin rodear la costa occidental de la isla, donde el mar puede ser más abierto y peligroso

Herodoto y otros autores clásicos mencionan que el canal fue excavado a mano por colonos y que en la época clásica ya permitía el paso de barcos pequeños. Se considera que los antiguos corintios en el siglo VI a.C. fueron los primeros que excavaron o mejoraron un paso natural para convertir a Lefkada en una isla separada del continente.

Canal de Lefkas
Canal de Lefkas

La versión moderna del canal tiene unos 3 km de longitud aproximadamente, con un trazado recto y señalizado para navegación segura. La velocidad dentro del canal está limitada (4 nudos) y está prohibido navegar a vela dentro del canal: normalmente se debe ir a motor. Hay que mantener una separación prudente respecto de otros barcos y respetar la señalización, ya que corrientes o viento pueden desviar la embarcación. 

La carretera que une Lefkada al continente atraviesa el canal por un puente flotante giratorio. Este puente regula el tráfico rodado y marítimo: se levanta en intervalos regulares (según horario local) para dejar paso a barcos. Es difícil encontrar horarios fiables de paso y a veces tampoco se cumplen los anunciados. Es posible que tengas que esperar un tiempo largo para atravesar, intenta no llegar cerca del anochecer.

La marina principal, Marina di Lefkas, tiene un calado mínimo de unos 3,5 m y permite barcos de eslora considerable (hasta ~45 m) en su puerto (VHF 69).

Meganisi

Meganisi tiene forma alargada y varias bahías naturales que permiten amarre de barcos pequeños y veleros. Es famosa por sus playas y calas escondidas, accesibles a veces solo por barco.

La isla está bastante menos masificada que sus vecinas y mantiene un estilo de vida pausado, con festivales locales, gastronomía mediterránea y mercados pequeños.

Fondeo en Meganisi
Fondeo en Meganisi

Lefkada

El nombre “Lefkada” (o “Leucas” / “Leucade”) proviene del griego leukós = “blanco”, en referencia a sus acantilados de piedra clara, muy visibles desde el mar. La puesta de sol sobre el faro de Lefkata es mágica. No tengo fotos. Quedará grabada en mi retina.

Lefkada
Lefkada

EL SALTO DE LÉUCADE

Cuentan los viejos navegantes del Jónico que, cuando el sol se derrite sobre los acantilados blancos de Léucade, aún se escucha un susurro que viaja con el viento. Dicen que es la voz de Safo, la gran poetisa de Lesbos, que alguna vez amó más de lo que el corazón humano podía soportar.

Safo, dueña de un talento que parecía prestado por las musas, vivió cautivada por la belleza del joven Faón, un barquero de mirada luminosa que, según la leyenda, había recibido un don de Afrodita. Ella le entregó versos, canciones y desvelos. Él, en cambio, le ofreció sólo silencio.

Y el rumor llegó a sus oídos: en la lejana isla de Léucade había un lugar donde Apolo curaba los amores imposibles. Bastaba saltar desde un acantilado tan blanco que cegaba, confiar en el mar, y dejar que los dioses decidieran. Safo emprendió el viaje. Subió hasta el borde del precipicio cuando el viento nocturno agitaba su túnica y el mar, allá abajo, era un espejo tembloroso. Dicen que Safo se arrojó entonces, entregándose al abrazo de la espuma.

Acantilados de Lefkada
Acantilados de Lefkada

Ítaca

La historia de Ítaca siempre ha estado ligada al mar y la navegación, siendo hogar de pescadores y marineros. La isla cuenta con muchas calas escondidas y playas de aguas cristalinas, ideales para quienes buscan tranquilidad.

Vathi es la capital de Ítaca y su puerto principal. Su arquitectura típica y sus calles estrechas evocan las tradiciones locales que sitúan aquí el palacio de Ulises.

Ítaca
Ítaca

Ítaca mantiene hoy la atmósfera de la Odisea: calma, naturaleza intacta y pequeñas comunidades. Poner los pies en estas playas nos traslada a otra época. Mismo sitio, distinto lugar.

Playas de Ítaca
Playas de Ítaca

De regreso a Corfú

Eolo se portó bien en este viaje. No nos regaló la envenenada caja de todos los vientos como a Ulises. Sopló lo justo para que pudiéramos disfrutar de la magia de la navegación sin motor.

La navegación desde Ítaca a Corfú ha sido una de las pocas veces que hemos surcado el mar de noche. Cielos estrellados. Cambios de guardia. Luces deslumbrantes. Redadas de la policía. Skippers y speakers. From Spain! Una aventura más para el recuerdo.

Navegar por las islas Jónicas
Navegar por las islas Jónicas

Llegamos a Kerkira al amanecer. Justo a tiempo para saborear la tranquilidad de las primeras horas de la mañana. Justo a tiempo para cerrar esta aventura con una maravillosa luz azul. Y es que, como bien dijo Karen Blixen, “La cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar”.

La hora azul
La hora azul

Hasta aquí el post de hoy. ¡Buenos vientos!

Navegar hacia Ítaca
Navegar hacia Ítaca

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