No soy la mayor fan de los mercadillos navideños y su Glühwein. Prefiere un buen pub y una cerveza fría. Pero he de reconocer que estos mercadillos dan mucho ambiente a estas ciudades centroeuropeas en las que el frío y la noche caen rápidamente en invierno.

En mi visita a Austria y Alemania entre noviembre y diciembre de 2024 recorrí varios de sus famosos mercadillos navideños. Unas veces sola, otras acompañada. Algunas veces me atreví con el vino caliente, muchas veces más con sus salchichas. Una cosa es cierta, son lugares muy fotogénicos. Os dejo algunas de las fotos que hice en aquel viaje.

Los mercadillos navideños o Weihnachtsmärkte son ferias tradicionales que suelen instalarse en plazas históricas desde finales de noviembre hasta Nochebuena. Sus orígenes se remontan a la Edad Media. Cada ciudad tiene su estilo y en ellos se pueden encontrar, además de comida y bebida, música en directo, pistas de hielo, coros, espectáculos infantiles o belenes vivientes.
Origen de los mercadillos navideños
Antes de que fueran “navideños”, existían mercados de invierno en Europa Central. Se celebraban a finales de noviembre o principios de diciembre y servían principalmente para que la gente se abasteciera de alimentos y herramientas antes de los meses más fríos. En los siglos XIII y XIV Estos mercados ofrecían alimentos secos y conservas para el invierno, ropa de lana y cuero, objetos de uso doméstico, y, ocasionalmente, entretenimiento como músicos callejeros.

Durante los siglos XV y XVI, especialmente en las regiones de habla alemana, los mercados empezaron a vincularse explícitamente con la preparación del Adviento, la tradición cristiana de dar regalos a los niños por San Nicolás y la fabricación de pesebres, velas y ornamentos.

Aquí aparece la figura del Christkind (Niño Jesús o “espíritu navideño”), que en muchos mercados inauguraba el evento, sobre todo tras la Reforma Protestante, cuando Martín Lutero impulsó esta figura como sustituto de San Nicolás.

Mercadillos navideños en Alemania
Los mercadillos navideños de Alemania (Weihnachtsmärkte o Christkindlesmärkte) son probablemente los más famosos del mundo. Mezclan historia medieval, tradición artesanal y un ambiente invernal muy acogedor. Alemania tiene miles de mercadillos repartidos por todo el país, desde pequeñas aldeas hasta grandes ciudades.
Nüremberg
El Christkindlesmarket es uno de los mercados más famosos del mundo. Caracterizado por su “Christkind”, una figura angelical que inaugura el mercado. Destaca por sus Lebkuchen (pan de especias) tradicionales, sus casetas de madera idénticas y los productos artesanales clásicos.

Se celebra en la Hauptmarkt, la plaza principal del casco antiguo, dominada por la Frauenkirche y rodeada de edificios medievales. El ambiente es muy auténtico y bastante diferente al de otros mercados más modernos o temáticos. Cuenta con más de 180 casetas tradicionales, todas con el mismo diseño de franjas rojas y blancas, llamadas Zwetschgenmännle.

El Christkind es la figura más representativa del mercadillo. Es interpretado por una joven local elegida cada dos años, que aparece con vestido dorado y blanco y corona de ángel y recita la bienvenida desde el balcón de la Frauenkirche.

Münich
El Münchner Christkindlmarkt se celebra en el corazón de la ciudad, en la Marienplatz, y convierte el casco histórico en un escenario navideño muy alpino, con aromas de especias, castañas asadas y música bávara.

A pocos pasos de Marienplatz está uno de los mercados más especiales de Múnich. El Mercado de la Rindermarkt – Kripperlmarkt, el mercado de belenes más grande de Alemania.
El Mercado medieval de Wittelsbacherplatz es uno de los más originales de Múnich. Con estética auténticamente medieval, hidromiel caliente y artesanos vestidos con ropa de época.

El Weihnachtsdorf en el Residenzhof (Patio de la Residencia Real) es un mercado muy fotogénico y elegante dentro del palacio de la Residencia.
Hamburgo
El Mercado de Navidad del Ayuntamiento (Rathausmarkt) es el mercado principal y más famoso de Hamburgo, situado frente al espectacular ayuntamiento de estilo neorrenacentista. Es organizado por el Circo Roncalli, lo que le da un toque artístico y muy cuidado.



El Mercado Navideño de la Jungfernstieg (Blanc de Blancs), situado junto al lago Alster, es uno de los más elegantes de Hamburgo.

El Weihnachtsmarkt en Fleetinsel (Isla del Canal) es un mercado más pequeño y marítimo. Se ubica entre dos canales, muy fotogénico y mezcla de gastronomía del norte y ambiente acogedor. N debes irte de allí sin probar el pescado ahumado, el salmón a la llama Y los ponches especiales del norte.


Santa Pauli es el mercado navideño “alternativo” de Hamburgo. Se sitúa en el famoso barrio de St. Pauli, cerca de la Reeperbahn. Es divertido, desenfadado, más adulto y muy diferente a los mercados tradicionales. Combina música en vivo, espectáculos y puestos con temática más atrevida. Puedes encontrar tiendas de artesanía alternativa, moda independiente y regalos poco convencionales.

Colonia
La ciudad se transforma completamente durante el Adviento, llenándose de luces, música y pequeños mundos navideños repartidos por distintas plazas. No existe un solo mercado, sino varios mercadillos temáticos, cada uno con su propio ambiente y estilo.
El mercadillo de la catedral (Kölner Dom) es el más famoso y el más fotografiado. Se sitúa justo debajo de la imponente Catedral gótica, Patrimonio de la Humanidad.

El Mercado de los Duendes (Altstadt) se sitúa en la ciudad antigua y es uno de los mercados más encantadores. Se inspira en la leyenda de los Heinzelmännchen, pequeños duendes traviesos de Colonia y cada zona está dedicada a un oficio tradicional: carpinteros, panaderos, artesanos… Además cuenta con una de las pistas de hielo más grandes entre los mercados alemanes.

Mercado del Neumarkt, Markt der Engel o Mercado de los Ángeles es uno de los más elegantes.

En el mercado del Puerto (Hafen-Weihnachtsmarkt), junto al Rin y el museo de chocolate encontramos temática marítima con casetas con forma de barcos, colores azul y blanco y ambiente más moderno.

Bremen
El mercado principal de Bremen se celebra alrededor de la Marktplatz, la plaza del Ayuntamiento (Rathaus) y la catedral de San Pedro, ambos edificios declarados Patrimonio de la Humanidad.
La arquitectura gótica y renacentista hace que el ambiente sea casi de cuento. Tiene un ambiente mucho menos masificado que otros mercadillos del país.

El segundo gran mercado de Bremen es el Schlachte-Zauber, situado en el paseo del río Weser. Es uno de los mercados navideños más originales de Alemania por su estética portuaria y medieval.
Mercadillos navideños en Austria
Los mercadillos navideños de Austria (Christkindlmärkte) están entre los más antiguos, elegantes y tradicionales de Europa. Combinan arquitectura imperial, montañas nevadas y un profundo arraigo cultural ligado al Adviento. El Wiener Christkindlmarkt de Viena es el más grande y famoso del país. La región alpina de Salzburgo además de mercadillos, celebra desfiles de Krampus, criaturas folklóricas asociadas al Adviento.

En Innsbruck la decoración se mezcla con montañas nevadas. Destacan Altstadtmarkt, situado en la ciudad vieja, con casas medievales y el famoso “Tejadito de Oro”; el Marktplatz, más orientado a familias; y el Hungerburg, a mayor altura, con vistas impresionantes del valle. El mercado en Linz es más pequeño, encantador y menos turístico.

En nuestro viaje por Austria los mercadillos navideños de los pequeños pueblos que fuimos visitando se convirtieron en el lugar perfecto para acabar el día.

Un poco de Glühwein
El Glühwein es una bebida caliente muy típica de los mercadillos navideños. Su nombre significa literalmente “vino brillante” o “vino caliente”. Se sirve en tazas o jarritas especiales, que muchas veces la gente colecciona. El Glühwein tradicional es un vino tinto caliente aromatizado con azúcar o miel, canela, clavo, anís estrellado, naranja y limón.

Existen variantes como el Weißer Glühwein, hecho con vino blanco, el Kinderpunsch, versión sin alcohol Y el Feuerzangenbowle, una variante más fuerte donde un terrón de azúcar empapado en ron se prende fuego y gotea en el vino.

Un buen plan invernal es pasear entre casetas iluminadas, con frío y quizá nieve, y calentarse las manos con una taza de Glühwein mientras se disfruta de la música y la comida tradicional.


Glühwein en Nüremberg
Para calentarte las manos, también puedes optar por una taza de chocolate caliente. ¡Con extra de nata!

Y también hay lugar para los que prefieren la cerveza al vino caliente, como yo. En algunos puestos hay grifos. En otros, las cervezas se enfrían a temperatura ambiente.



Gastronomía típica
En estos mercadillos podemos encontrar distintos tipos de salchichas, pretzels, castañas asadas, dulces como Lebkuchen (pan de especias) o Stollen.







Hasta aquí este navideño post. ¡Felices fiestas!
